martes, 29 de enero de 2013

BIOLOGÍA POLÍTICA

Muchas ocasiones he leído por parte de muchos filósofos que en la política hay una parte biológica innegable e inherente a la misma, que está ahí y no podemos apartar de ella por mucho que queramos, pues debemos atenernos a que somos seres biológicos, es decir, que derivamos de una evolución biológica en que tanto la genética como el entorno han tenido mucho que ver, mucho que jugar. 

Pues bien, yo me cuestiono si esa parte de la política a la que llamamos social y que creó el hombre a lo largo de la historia contemporánea es también fruto de esa evolución neodarwiniana, de esa evolución biológica que nos dotó de un cerebro grande en relación al cuerpo y con el que podemos pensar, reflexionar, fabricar a través de nuestras extremidades... En un tiempo en que la ciencia tiene más peso y hay más estudios sobre el cerebro y la manera en que se comporta y nos hace comportarnos, descartar la biología de la política es un poco absurdo, porque las decisiones que tomamos con respecto a algo político derivan de un pensamiento que ha ido evolucionando desde los albores de la humanidad, junto con unas conexiones y neuronas, que son cuerpos puramente biológicos y cuyo funcionamiento aún no llegamos a entender del todo. El cerebro es un misterio. Y digo yo ¿"Los pensamientos que nosotros tenemos no derivan en alguna decisión de diversa índole, como por ejemplo política"? Pues, a mi parecer y con lo poco que sé de la neurobiología actual, creo que sí, pues si tomamos una decisión que concierne a un pueblo, ciudad, comunidad, nación... la estaremos tomando con nuestro cerebro, el cual es biológico en todo su ser. Es una materia gris compuesta por tejido nervioso que contiene, asimismo, neuronas, proteínas, hormonas, neurotransmisores, azúcares, sales... ADN.... 

La política, creo, se basa en su mayor parte en decisiones que tomamos de forma inmediata, de forma inconsciente, porque tu cerebro, antes de que hayas tomado cualquier decisión de la que puedas ser consciente, ya habrá decidido qué camino va a tomar la decisión que en ese momento vas a efectuar. La política, al igual que todo lo demás, precisa de un ser pensante consciente de su existencia para ser llevada a cabo, porque también hay política en las relaciones que establece un el seno de una manada de babuinos, donde hay relaciones sociales que dictaminan el rango que va a ocupar cada individuo de la misma. Ahí hay política, una jerarquía social en que cada uno ha de tomar sus decisiones pensando en el bienestar del grupo, en la especie. Cuando tomamos una decisión que concierne al grupo, hemos de pensar muy bien qué decisión tomar, porque no sólo nos afectará a nosotros, sino también al grupo, y como tal ha de sobrevivir. Y si se ha de sacrificar a un sector reducido en pos de la supervivencia de la especie, sin duda alguna se hará. Es cruel, lo sé, pero es la realidad inherente e intrínseca que lleva la política asociada a sí misma. Es pura evolución biológica. 

Por tanto, y aquí termino, creer que la política tiene algo de biología no debería parecernos nada descabellado ni absurdo. Es más, creer que la política deriva directamente de la biología es algo que deberíamos tener muy presente en nuestro pensamiento. Y aceptar eso nos ayudará mejor a comprender qué pasa en la sociedad y cómo pasa, qué mecanismos mueven esas decisiones, esos cambios de gobierno. Es pura protección para la especie. 


Espero que hayáis disfrutado leyendo esta entrada tanto como yo escribiéndola. Disfrutad y reflexionad, cuestionadlo todo. Buenas noches y sed felices biológicamente hablando. 

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