domingo, 24 de febrero de 2013

LA JUVENTUD DEL CAMBIO, EL CAMBIO DE LA JUVENTUD

ADVIERTO: ESTA ENTRADA NO SERÁ TAN LARGA COMO LAS DEMÁS, SINO UNA BREVE REFLEXIÓN Y RELATO DE LOS HECHOS ACAECIDOS. 


Este fin de semana he podido asistir a unas convivencias o conferencias con las juventudes socialistas de Valencia y me han agradado mucho. Han sido dos días en los que, aparte de política, se ha tratado de personas, de seres humanos. Han sido unas ponencias las que allí se han expuesto que demuestran la preocupación de la gente, de los jóvenes, de nuestro futuro. 

Venían de todos los rincones, organizaciones más grandes y más menudas. Se han compartido ganas de ir hacia delante, ganas de hacer ver a nuestros superiores de qué pasta hecha está la juventud. Ha sido un buen momento para regenerar la política desde la democracia y la participación de los jóvenes, que tan mal lo tenemos ahora mismo. 

Vivimos en tiempos en que la precariedad laboral para amplias capas de la sociedad nos pincha en esa herida que parece nunca cerrar, y nos molesta y escuece, pero parece que el agua oxigenada que nos curará no parece, ni por asomo, llegar. 

A fin de cuentas, la juventud, en todo su conjunto y en toda su diversidad, creo, debería alzar su voz y hacerse oír. Debemos ser valientes para decir qué pensamos, qué sentimos y qué queremos. Nuestro futuro no lo han de decidir unos señores que, cuando nosotros tengamos 40, ya habrán estirado la pata. Nuestro futuro es nuestro y de nadie más, y por él hemos de luchar. 




domingo, 3 de febrero de 2013

LA DESVERGÜENZA DEL DESCRÉDITO

ADIVERTO: ESTE ARTÍCULO ES UNA REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA QUE LEERÉIS A CONTINUACIÓN Y MUESTRA MI MALESTAR CON LA CLASE POLÍTICA ACTUAL Y MI INDIGNACIÓN COMO CIUDADANO

Vivimos en una época de cambios difíciles, de cambios que no se han instalado en la sociedad de una manera cómoda. La corrupción, ese cáncer metastásico que invade a la política no le está haciendo ningún favor sino oxidándola y haciendo que la sociedad repudie lo que le pertenece por naturaleza, evolución. 

Durante los pasados días salieron informaciones en un periódico de ámbito nacional sobre  unos papeles que comprometían a la cúpula del PP, e incluso a la presidencia del gobierno de España. Rajoy no salió a dar la cara hasta el día de ayer, pero no admitió ninguna pregunta de los periodistas. Era una comparecencia a puertas cerradas y televisada. Todo este asunto convulso surge cuando a Bárcenas, ex tesorero del PP se le descubren en una cuenta de Suiza o paraíso fiscal la friolera de 22 millones de euros. He ahí el momento en que las alarmas empezaron a saltar. Él, muy desfachatado, se mostraba siempre muy tranquilo, sereno, e incluso vacilón con la prensa. Al descubrir todo esto, ya se sabía que había mucho más que una cuenta en un paraíso fiscal de 22 millones de euros, que no es poco. Se sabía que había mucha más gente implicada dentro del partido, incluso gente que ya aparecía como imputada en el caso Gürtel, famoso en la Comunidad Valenciana. Todos se lavaban las manos y como decía María Dolores de Cospedal, o la Cospe como algunos la llamaban "Que cada uno aguante su vela". Pues bien, días más tarde ya aparecía en los papeles de Bárcenas, así como el presidente del gobierno Rajoy. 

La sociedad se mostraba indignada, engañada, ninguneada. Había sido tratada como un títere y ya estaba harta. Estábamos pagando una crisis que en gran, en su parte más absoluta no habíamos generado y entonces estábamos pagando sus consecuencias con impuestos elevados, con recortes, con rescates que nunca llegaban... Se nos prometió agua de borraja. Todo era una cortina de humo, como el cuento de la lechera, castillitos en el aire que de la noche a la mañana se desvanecieron cual niebla matinal. Los jóvenes habían de emigrar, dejar su país por la crisis, habían de dejar los estudios por falta de solvencia económica con que costeárselos . Había desahucios día a día, familias enteras eran echadas como perros pulgosos de sus casas por no poder hacer frente a una hipoteca que superaba en cuantía a los mermados ingresos que entraban como personas paradas o en el desempleo. La sociedad estaba mísera, estaba empobrecida en lo económico, moral y político. Y ahora el presidente del gobierno estaba imputado en un caso de corrupción y financiación ilegal. Era la era de los "Sobres". Unos sobres que no contenían esperanza e ilusión por ver luz al final del túnel. Entretanto, nadie tenía la culpa. No hacían examen de conciencia. El gobierno de turno utilizaba su mayoría absolutísima para gobernar a golpe de decreto ley. Los viernes eran días de miedos, de incertidumbres, pues se reunían los ministros para celebrar su "Consejo de Ministros". Cada vez que se reunían, España era un poco más pobre y tenía más miedo. 

La sociedad ya no puede soportar a la clase política de este país, una clase política oxidada, revenida que no hace sino desmontar lo conseguido con sangre, sudor y lágrimas por nuestros antepasados, por esos abuelos que, forzados hubieron de emigrar para enviar dinero a su país y así labrarse un futuro mejor. Lo mismo que estaba pasando entonces. Ya no podemos permitir que este gobierno oligárquico y caciquil controle nuestras vidas y haga de nosotros unos títeres. Hemos de prosperar, cambiar nuestro pensamiento, cambiar la manera en que la sociedad ve las cosas. Yo, como joven no veo que tenga un futuro lúcido en mi país. Tal vez tenga que emigrar, como muchos otros. Este país se está convirtiendo en el hazmerreír  de Europa. Y ya no podemos más. No se puede recortar en educación, porque es el futuro a mediano y a largo plazo. No podemos recortar en sanidad porque es la salud de la sociedad lo que está en juego. No podemos recortar en investigación, porque he ahí las claves del futuro y cómo podremos hacer frente a un futuro que, antaño se presentaba resplandeciente en cierto modo. No podemos recortar en cultura, porque de ahí emana el pensamiento del pueblo, tanto en música, cine, teatro, museos... Este gobierno nos lleva a un precipicio en que la caída será monumental, de dimensiones universales. Hemos de plantarles cara y decirles lo mucho que valemos, lo valientes y trabajadores que somos. No podemos dejar que la oligarquía y el caciquismo más rancios gobiernen bajo una dictadura disfrazada de democracia. 


Sed felices, luchad y nunca pereceréis, pues en vuestra valentía y mentes se halla una fuerza que aún la física no conoce.