sábado, 10 de noviembre de 2012

EL GOBIERNO, ¿GOBERNABLE POR TODOS?


Hoy día, al Gobierno entra “cualquier” persona con unos “ideales”. Pues bien, esto no debiera ser así, ya que no todo el mundo entiende la política como un pensamiento dinámico y mutante que ha de adaptarse a los nuevos tiempos y maneras de pensar. La política es un instrumento valiosísimo o innecesario, según la concepción de la persona, que ha de ayudar a crear una sociedad en unos valores justos y buenos.

Hay personas que, por su comportamiento, personalidad polar y nivel educativo, nunca deberían estar sentadas en un sillón que representa la voluntad del pueblo, por otra parte ignorante. El poder de organizar de forma equitativa una sociedad en que no haya conflictos es una tarea tan difícil que pocas veces, que yo conozca, vamos, ha sucedido en el mundo contemporáneo. Yo creo, no sé ustedes, que ese poder es tan difícil que resulta inalcanzable por muchos factores, uno de ellos, la falta de consenso y las tan diversas opiniones e ideologías políticas. Las personas que dicen dedicarse a hacer política no creo que sepan qué comportamiento biológico, cuando menos, rige el pensamiento filosófico-político y qué se desprende de éste.

Cuando a veces se me cuestiona el porqué de mi gusto a la política, no sé muy bien qué responder. Puede que haya personas, entre las que puede que yo me incluya, que sientan ese instinto intrínseco, natural, genético de llevar a cabo político. Debe ser algo que viene configurado en el cerebro, del cual desconozco aún casi su totalidad.

A veces soy objeto de mofa entre algunos contemporáneos míos debido a mi gran interés por la política y por tener anhelos de llegar lejos en la política a través de la reflexión y el pensamiento de que me dotó la evolución.
En definitiva, no creo que todo el mundo esté preparado para gobernar una nación. Es una tarea ardua que necesita de una gran reflexión y preparación a través del estudio.